aportan principalmente vitaminas del complejo B, y son ricas en proteínas vegetales, hidratos de carbono, fibra y minerales. Además, sacian notablemente la sensación de hambre.
Para preparar esta receta calentamos un poco de aceite de oliva en una cazuela y añadimos trozos de cebolla. Cuando ésta esté transparente, incorporamos 2 dientes de ajo laminados, los cuales deben adquirir un tono dorado. Es entonces cuando vertimos una cucharada de salsa de tomate y cocemos un minuto; a continuación, ponemos una pizca de pimentón. Rehogamos y removemos durante dos minutos.
Ahora debemos añadir 300 gr. de espinacas frescas limpias y escurridas; cuando hayan perdido todo el agua, echamos 300 gr. de garbanzos cocidos a la mezcla. Después completamos el conjunto con una cucharada de piñones y otra de pasas, salteamos un par de minutos más y servimos caliente.
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