pizza vegetal
Ingredientes
- 250- 300 g. de masa de pizza (para la base)
- 1/2 vaso de salsa de tomate casera (100 ml. aprox.)
- 1/2 berenjena
- 1/2 calabacín
- 1/2 pimiento rojo
- 1 cebolla pequeña (también nos vale una morada, que
da mucho color)
- Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
- Una cucharadita (tipo postre) de orégano seco
- 100 g. de queso curado tipo parmesano (o vuestro
queso preferido)
- 150 g. de queso mozzarella di bufala
- Un chorrito de aceite de oliva virgen extra
Preparación de la pizza vegetal
- Precalentamos nuestro horno a 250º C.
- Espolvoreamos con harina la encimera y estiramos la masa con el rodillo de
manera que quede lo suficientemente fina para que cuando la horneemos quede
crujiente. Añadimos la salsa de tomate frito casero con una cuchara,
debemos untar toda la superficie dejando los bordes sin tomate, con un pincel o
con la misma cuchara, con movimientos circulares. Espolvoreamos con el orégano
picado.
- Metemos la base de pizza al horno sobre la plancha de metal y bajamos la
temperatura del horno a 180ºC. Queremos que se fije el tomate y orégano a la
base y a la vez conseguir una base crujiente parecida a la de las pizzas
profesionales. La dejamos sólo 2-3 minutos, sacamos la pizza del horno y
volvemos a subir a tope de temperatura (250 ºC) para el horneado final.
- Los vegetales que vamos a utilizar en esta pizza son los que más os gusten.
La combinación que os doy en esta son los que me gustan a mi, pero usad los que
prefiráis en casa en la cantidad que os apetezca, al gusto del comensal.
- Lavamos y cortamos en brunoise (cuadraditos pequeños) la berenjena y el
calabacín. En juliana la cebolla morada y el pimiento rojo. Reservamos
estos ingredientes en un cuenco grande al que le vamos a añadir un chorrito de
aceite de oliva, sal y pimienta negra recién molida.
- Repartimos los vegetales encima de la base que acabamos de sacar del horno y
añadimos los trozos de queso mozzarella repartido por encima de los vegetales
para que cuando funda se reparta por todos los huecos de la base. Acabamos
rallando por encima el queso parmesano, el contraste de los dos quesos, uno
suave y el otro más potente será grandioso.
- Horneamos a 230º C unos 5 minutos encima de la plancha de acero, o hasta que
veas que está dorada y la masa crujiente. Si no tenéis este tipo de plancha
tenéis que doblar los tiempos, unos 10-12 minutos en la bandeja del medio con
temperatura arriba y abajo. Aunque el tiempo normalmente dependerá de tu horno,
del grosor que le hayas dado a la masa y de la cantidad de relleno.
- Sacamos del horno y le añadimos un chorrito de aceite de oliva virgen para
que esté más jugosa. Si la dejas unos minutos sobre una rejilla, la base no
quedará nada húmeda y resultará más crujiente.
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